Receta de Shakshuka con garbanzos y espinacas

La Shakshuka es un plato tradicional de la cocina mediterránea y del Medio Oriente, conocido por su combinación de huevos cocidos en una rica salsa de tomate especiada. En esta variación de la receta clásica, se añaden garbanzos y espinacas, dos ingredientes que no solo aportan textura y sabor, sino que también ofrecen una mayor variedad de sabores y consistencias al plato. Es una opción ideal para aquellos que buscan un plato lleno de sabor y sencillez, ya que la Shakshuka es fácil de preparar con ingredientes básicos y accesibles.

A continuación, te guiaré paso a paso para que prepares esta versión deliciosa de Shakshuka con garbanzos y espinacas en tu propia cocina.

Ingredientes:

  • 1 cebolla mediana, finamente picada
  • 2 dientes de ajo, picados
  • 1 pimiento rojo, cortado en tiras finas
  • 400 gramos de tomates triturados (pueden ser frescos o de lata)
  • 200 gramos de garbanzos cocidos (pueden ser en conserva, bien escurridos)
  • 100 gramos de espinacas frescas
  • 4 huevos
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • ½ cucharadita de cilantro molido
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Perejil fresco para decorar

Preparación:

Paso 1: Preparar la base de verduras

Comienza calentando una sartén grande y profunda con un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Una vez que el aceite esté caliente, añade la cebolla picada y sofríela durante unos 5 minutos, o hasta que esté suave y transparente. A continuación, agrega los dientes de ajo picados y cocina durante aproximadamente un minuto más, asegurándote de no quemar el ajo para evitar un sabor amargo.

Añade el pimiento rojo cortado en tiras a la sartén y cocina durante otros 5-7 minutos, hasta que esté tierno. Este paso es fundamental, ya que el pimiento aportará dulzura y un toque ligeramente crujiente al plato.

Paso 2: Añadir las especias y los tomates

Una vez que las verduras estén listas, es momento de agregar las especias. Añade el comino, el pimentón dulce y el cilantro molido a la mezcla de verduras. Remueve bien para que las especias se distribuyan uniformemente y se tuesten ligeramente en la sartén, lo que intensificará su sabor.

Inmediatamente después de mezclar las especias, vierte los tomates triturados. Si utilizas tomates frescos, asegúrate de pelarlos y triturarlos previamente. Remueve bien todo y deja que la salsa de tomate se cocine a fuego lento durante unos 10 minutos, hasta que espese ligeramente y los sabores se concentren. Si notas que la salsa se seca demasiado, puedes agregar un poco de agua para mantener una consistencia jugosa y evitar que se queme.

Paso 3: Incorporar los garbanzos y las espinacas

Una vez que la salsa de tomate haya alcanzado la consistencia deseada, es hora de añadir los garbanzos cocidos. Los garbanzos aportarán una textura suave y un sabor neutro que se complementa perfectamente con las especias de la salsa. Mezcla bien los garbanzos con la salsa y deja que se calienten durante unos 5 minutos.

A continuación, añade las espinacas frescas. No te preocupes si parece que las espinacas ocupan demasiado espacio en la sartén, ya que se reducirán rápidamente al cocerse. Cocina las espinacas durante 2-3 minutos, o hasta que estén completamente integradas en la salsa.

Paso 4: Cocinar los huevos

El siguiente paso es probablemente el más característico de la Shakshuka: cocinar los huevos directamente en la salsa. Haz pequeños huecos en la salsa con una cuchara y casca un huevo en cada hueco. Es importante hacer esto con cuidado para que las yemas no se rompan.

Tapa la sartén y cocina a fuego lento durante 5-7 minutos, o hasta que las claras estén cocidas y las yemas hayan alcanzado el punto de cocción que prefieras. Si te gusta la yema líquida, ten cuidado de no cocinar los huevos por demasiado tiempo.

Paso 5: Servir y disfrutar

Una vez que los huevos estén cocidos, retira la sartén del fuego. Espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima para darle un toque de frescura y color al plato. También puedes añadir una pizca de sal y pimienta al gusto.

La Shakshuka con garbanzos y espinacas se puede servir directamente de la sartén, acompañada de algún tipo de pan para mojar en la rica salsa de tomate. Aunque el plato es tradicionalmente una opción para el desayuno, también es perfecto para un almuerzo o cena ligera.

Consejos adicionales para una Shakshuka perfecta:

  1. Elige los tomates adecuados: Si utilizas tomates frescos, procura que estén bien maduros para obtener una salsa con más sabor. Si prefieres usar tomates enlatados, asegúrate de optar por una buena calidad para mantener el auténtico sabor mediterráneo.

  2. Controla la cocción de los huevos: Si prefieres los huevos con la yema bien cocida, puedes aumentar ligeramente el tiempo de cocción. Si, por el contrario, te gusta la yema más líquida, reduce el tiempo y vigílalos de cerca para evitar que se pasen.

  3. Añadir picante: Si te gusta un toque más picante, puedes añadir una pizca de pimentón picante o un poco de chile fresco a la salsa junto con las especias.

  4. Variedades de verduras: Si deseas añadir más verduras a tu Shakshuka, puedes experimentar con ingredientes como calabacines, berenjenas o incluso champiñones. Esto hará que el plato sea aún más completo y personalizado según tus gustos.

Conclusión:

La Shakshuka con garbanzos y espinacas es una opción versátil, deliciosa y sencilla de preparar. Al combinar los sabores ricos de la salsa de tomate con la suavidad de los garbanzos y la frescura de las espinacas, este plato ofrece una versión moderna de un clásico mediterráneo que puedes disfrutar en cualquier momento del día. ¡Anímate a prepararla y sorprende a todos con esta delicia llena de sabor!

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